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Inquietud

Ahora que decidí buscar entre fotos viejas esta imagen, me
pregunto qué vieron mis padres, en su momento, en ella, cómo
leyeron esa imagen, qué ideas detonó en sus pensamientos.
Durante mucho tiempo evité esa foto, pues me inquietaba verme
como un mariconcito. Cuando veíamos juntos los álbumes de
fotos, al llegar a la página donde estaba ésta hacia lo posible por
saltarla y me pregunto si los demás miembros de la familia hacían
lo mismo.
Mi padre tenía cincuenta años cuando yo nací y mi madre
treinta. Fui el más pequeño de mis hermanos y eso me colocó en
una situación peculiar. Por un lado, era el hijo ejemplar dedicado
a los estudios; por el otro, era el hijo al que se le dobla la patita
como diría Lemebel. Aunque nunca lo hizo muy explícito, mi
padre era homófobo y siempre percibió al Benjamín como rarito,
lo cual le producía sentimientos encontrados. Mi madre también
se preocupaba, aunque era más discreta.
Quizás el momento en el que explotó una idea que venía
rondando en la cabeza de mi padre, fue cuando para un
cumpleaños mi madre me compró un Hombre de acción, juguete
que en ese momento estaba de moda y que representaba a un
hombre varonil, barbado y musculoso. Mi padre gritó diciendo
que entonces empezaría a jugar con muñecas como mi hermana.
Para mi fortuna, no tuve que deshacerme de mi preciado juguete

hasta que finalmente algún niño me lo robó y no lo pude reponer.
En ese entonces mis amigos me llamaban Mauri, mi hermana
se reía pues le parecía una forma afeminada de llamarme. Mis
juegos iban desde andar en bicicleta, jugar a las escondidas, con
autos miniatura y una diversidad de actividades, siempre que
no involucraran pelotas porque tenía miedo que me golpearan.
También empecé a inventar algunos juegos con uno de mis
amiguitos, en uno de ellos recreábamos situaciones sexuales con los
muñequitos que teníamos, que para el caso eran representaciones
de los héroes de la lucha libre. Sospecho que mi amigo los veía en
clave heterosexual, pero yo no.
Tenía prohibido llevar amigos a la casa, así que era yo quien
los visitaba, lo que me permitía observar situaciones que sin duda
me inquietaban: un amiguito tomaba a escondidas las revistas
pornográficas de su papá para que las viéramos juntos; en alguna
ocasión me enteré que otro amiguito solía bañarse con su papá,
un hombre muy joven y a mis ojos atractivo, lo que sin duda me
excitaba. Todas esas situaciones hacían que me sintiera cohibido,
pues no quería evidenciar lo que sentía por temor a ser rechazado.
Así aprendí a disimular, o al menos suponía que sabía hacerlo.
No sé cuántas veces habré sido visto como en esta vieja foto.
Como muchos otros chicos, fui el último en enterarme que mis
amigos conocían mis cualidades y mis intereses, pretendidamente
ocultos. Ahora que regreso a esta foto, el niño que aparece en
ella me simpatiza, pero no el recuerdo de la inquietud que en ese
momento ello me causaba.

 

​

Mauricio List.

México. Mauri: Profesor, aprendiz, explorador, antropólogo,
curioso, voyerista, viajero, mexicano. Pintor, fotógrafo, escultor
y bailarín imaginario. Tímido, cariñoso, deseante, amistoso,
siempre disfrutando la compañía de mis amigos, mis amantes,
mis alumnos.

Contacto: mauriciolist@gmail.com

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