Linyera soy
¿Ya les conté la historia del linyera? Fue algo real que me pasó en
mi infancia y creo que me marcó para toda la vida.
Mis padres se separaron cuando yo era muy chico. Como marca
la ley, o por lo que haya sido (no lo recuerdo), vivía con mi vieja.
Ella me mandaba a un jardín de infantes en 51 entre 10 y 11.
Para mí ese jardín era un calvario. Mucho bullying, como se dice
ahora. Mucha soledad. Muchas injusticias. La historia del linyera
marca uno de esos momentos.
Un día teníamos que ir disfrazados al jardín y mi mamá no
tuvo mejor idea que disfrazarme de linyera. Camisa y pantalón
harapientos. Manchas con corcho quemado en la cara. Palo con
bolsa en la punta, a lo Chavo del Ocho, y creo que sombrero también.
No recuerdo día más triste, más humillante. A mi alrededor:
Batman y otros superhéroes. Recuerdo a Batman específicamente.
Él era quien me hacía bullying. Recuerdo haber estado ese día
sentado en el patio del jardín, solo, esperando que mi vieja viniese
finalmente a buscarme para que terminara la vergüenza.
Más allá de los años de terapia, creo que nada pudo sanar mi
dolor. Mi mamá me convirtió en linyera. Linyera soy ahora. Cual
linyera, mi vida parece no tener un rumbo fijo. Voy de fracaso
en fracaso. Sin embargo tal vez en algún punto llegué a adoptar
al personaje con una mirada “positiva”. “Linyera soy” es el apodo
que uso en Facebook. Lo saqué de una canción de un tal Antonio
Tormo cuyo estribillo dice así:
Linyera soy,
lo que gano lo gasto o lo doy.
No sé llorar,
ni en la vida deseo triunfar.
No tengo norte, no tengo guía,
para mí todo es igual.
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Pablo R. Iriarte, La Plata. Hijo único. Operado del corazón de muy pequeño. Crecí con la televisión y el cine. Soñé con ser como Spielberg.
Contacto: dog_ville2003@hotmail.com